Este jueves 22 de mayo de 2025, recibimos la Palabra de Dios por medio de nuestro pastor David E. Ramos, quien citó Marcos 5,30. En este pasaje, Jesús se detiene en medio de la multitud porque ha sentido que de Él ha salido poder. No todos los que lo tocaban provocaban algo, pero una mujer, tocándolo con fe, fue capaz de desatar en Él un flujo de sanidad.

La Palabra nos confrontó con la diferencia entre la cercanía física y el verdadero encuentro con Jesús. Muchos lo rodeaban, pero solo una provocó su poder. Esta mujer, marcada por 12 años de enfermedad, vergüenza y desprecio, no renunció a la fe. Su toque no fue mágico ni accidental: fue un acto consciente, nacido de una fe que persistió incluso cuando todo iba de mal en peor.

Fuimos exhortados a dejar de vivir desde la resignación o la costumbre, y a acercarnos a Jesús con un toque verdadero, con fe viva. Que no seamos como los que lo apretujaban sin recibir nada, sino como ella: quien, en medio del dolor, tocó el río de poder de Dios y recibió sanidad.